martes, diciembre 18, 2007

28 que bien recibidos jeje

Buff, que semanita que llevo, si desde sus inicios sigo sufriendo de dolor incesante en el maldito hombro futbolero, esta semana no ha ido bien en demasía...
Iniciábamos estos días con una dejadez absoluta en las tareas de estudio (culpa mía, por gilipollas, lo reconozco, tanto pesarán los años??? donde no hay no se puede quitar).
Ya el lunes encaminábamos el camino al curro con problemas en el auto (al final ficticios, pero más valió ser precavido) teniendo que usar el bólido de repuesto (eso si,... menudo carraco el de mi hermano, con el conveniente retraso de llegada ya comentado en anteriores posts (que??? de envidia poca, no!!). Pues el día se completó con la llegada a la oficina de los ansiados aguinaldos, pues bien... a esto nada que objetar, pero... vaya!! venía una rota y cual era?? pues la del menda señores. Todos los dulces machacados, la cajita de trufas desaparecida y lo peor de todo a un paquetillo le faltaban dos polvorones, si hay que ver... Bueno, menudas risas, eso si el humor nunca lo pierdo!!
Y ese mismo día, el lunes hablamos, se hace patente que se me había sobrepasado el kilometraje de la siguiente revisión automovilística, los 40000, lo que supone 300 euracos a desembolsar, vaya!!
Bueno, pues mejor seria llegar a casa y descansar...
Pero el Martes, que me pasaría el martes???
Pues nada, a media tarde... la lluvia hace `presencia después de meses sin aparecer y bueno, pues esto uno lo ve con buena cara,... pero... al encaminarse para tomarse unas cañejas con los amiguetes uno se da cuenta que el citado carraco de su hermano tiende a irse ligeramente para la izquierda, buff que mal olía, pues nada uno que decide orillarse en un lugar seguro y se percata de roce realizado por la llanta sobre el asfalto solo solventado por una ligera capa de goma de una rueda deshinchada y a punto de destrozar. Pues ala!!! que toca cambiar!!
Media hora bajo un intenso chubasco, con un brazo tullido, catarro en vista y la difícil tarea de cambiar un pedazo ruedaco del quince!!
Pues lo dicho que uno llega a casa después de querer romper la rueda, el coche (que no escuche mi hermano), el móvil y la marquesina de bus por allí cercana de la mala ostia de no poder soportar el dolor en el hombro y la no coincidencia de los dichosos tornillos. AGhhh!! que tarde
Pero bueno, ahora uno ya recién duchadito, con una historia más que contar y cinco décimos de lotería en el bolsillo porque la suerte algún día ha de cambiar. Jejeje

Robert como ves sigo sin aburrirme. todo ello está en mí.



Disfrutaba conduciendo :D



Mala ostia, siempre se coje ;)



Mojado como un pito, jejeje

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